Durezas y callosidades

Un pie normal no tienes callos en la planta. Deberá evitarse su rápida formación. Existen para ello tratamientos que disminuye o erradican la aparición crónica de callos en el pie.

Durezas y callosidades

La queratina

La aparición de queratina es algo normal hasta cierto punto, recordemos que la planta del pie no sufre desgaste, solo el calzado necesitara reponerse con suelas nuevas, el pie siempre crea queratina, es la mejor defensa natural para evitar que los huesos del pie llegasen a perforar la piel debido al sobrepeso o al exceso de carga durante la marcha. Naturalmente cuando eso sucede la queratina crece rápidamente y se superpone en capas dando lugar a la aparición del callo, que tiene una densidad similar a la uña, si esto sucede el apoyo se hace doloroso y molesto, no porque el callo duela, ya que es queratina carente de sensibilidad, sino porque su grosor y su dureza produce una inflamación en las zonas internas de la piel. Es entonces cuando el hueso o su articulación chocan con algo más duro de lo acostumbrado ocasionándole inflamación. Hagámonos la idea de adherirnos un grano de arroz en la planta del pie o en el dorso de un dedo y caminar con él durante una semana, estaríamos ante unos síntomas parecidos al de tener un callo.

Si sus uñas se clavan con frecuencia, algo anormal les ocurre, existen técnicas para evitar que eso suceda. Observe que la uña es un elemento duro sobre su piel que también puede ocasionarle callosidad debajo de ella o en el canal donde se asienta. Si es diabético, tiene la tensión alta o padece enfermedad del corazón ponga sus pies en manos de su podólogo, evitara mayores complicaciones.

Onicocriptosis

Las onicocriptosis, o uñas que se clavan, es algo que nos puede ocurrir al menos una vez en la vida, existen varias causas que ocasionan esta afección:

  • la forma de la uña,
  • el comportamiento individual del pie en el interior del calzado ajustado
  • una práctica incorrecta en el corte de las estas.

Alguna o todas estas condiciones dan lugar a la aparición de un cuadro infeccioso y doloroso que no abocarán en un plazo de 30 días a tener que realizar pequeñas intervenciones quirúrgicas, para subsanar ese problema. La mejor recomendación es averiguar cuanto antes cual es la causa de la onicocriptosis, que puede ser aguda o crónica. La precocidad en el diagnostico y tratamiento nos evitará procedimientos más invasivos y molestos.

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